En el pueblo quedan restos que analizar, clasificar e intentar proteger: peirones, fachadas, puertas, portales, ventanas... Todo es importante y nos puede dar información. Y hay que estar muy atentos a cualquier excavación, obra o indicio que pueda aparecer. No nos pase como a nuestros tocayos de Almonacid de la Sierra donde, en una reforma de una vivienda, encontraron un espacio oculto donde habían escondido gran cantidad de escritos árabes y los albañiles los tiraron con el resto de escombros sin darles ningún valor. Posteriormente los niños se divirtieron quemándolos hasta que un cura que pasaba por allí los vio y compró alguno, lo que detuvo el destrozo. Se calcula que se salvo solo una quinta parte de los escritos. Haremos un apartado fotográfico para ir agregando todos estos elementos.